AHORA con la aurora se levanta
mi luz, ahora coge en rico nudo
el hermoso cabello, ahora el crudo
pecho ciñe con oro, y la garganta.
Ahora vuelta al cielo pura y santa
las manos y ojos bellos alza,
y pudo dolerse ahora de mi mal agudo;
ahora incomparable tañe y canta.
Así digo, y del dulce error llevado,
presente ante mis ojos la imagino,
y lleno de humildad y amor la adoro.
Mas luego vuelve en sí el engañado ánimo,
y conociendo el desatino,
la rienda suelta largamente al lloro.
♥